Lava los garbanzos de bote en un colador bajo el chorro del agua y escurre bien.
En un bol cháfalos con un tenedor hasta conseguir una textura blanda pero rugosa.
Pica los ajos y el jengibre muy finamente. Puedes utilizar un rallador fino para lograr una consistencia casi de pasta.
Pica las hierbas frescas muy finamente.
Añade el ajo y el jengibre y las hierbas a los garbanzos.
Añade la sal y las especias a la mezcla y remueve bien, prueba y rectifica si es necesario.
Añade una cucharada de harina y mezcla bien, si la masa aún está muy húmeda, añade una más.
Cubre la masa con papel film y deja reposar por al menos 30 minutos.
Pon a precalentar el horno, calor arriba y abajo a 180º grados.
Forma las bolas de falafel, haciendo una pelota y posteriormente chafándola un poco para que queden como discos.
Hornea a 180º grados 10 minutos por cada lado.
Sirve acompañados de salsa de yogur, lechuga picada fina, cebolla, pimiento... sobre pan de pita o el pan plano de tu elección.